Llevaba dos días encontrándome mal, con algo de catarro y esa sensación en el cuerpo...como si me hubiesen dado una paliza. Ya sabeis de que hablo; gripe, constipado...qué se yo!!
El caso es que aguanté un día encerrado en casa, pero con la cantidad de nieve que cayó estos días atrás, el buen tiempo y las ganas que tengo de desquitarme del parón. Decidí dejarme engañar por Ana y Nespral, para acercarnos a Tuiza y ascender el Pico Cerreos.
Se trata de una cumbre de fácil acceso, con poco riesgo pero una bonita esquiada. Un balcón privilegiado para deleitarse observando las Ubiñas, los Fontanes, Fariñentu...etc. Un lugar con encanto. Y si es con buena compañía, mejor.
El constipado no se me quitó, pero valió la pena esquiar hasta las mismísimas casas de Tuiza.