Oviedo es una ciudad que ofrece múltiples posibilidades a los que nos gusta la bici de montaña. En un radio de diez km puedes rodar cinco horas, por caminos y "caleyas" apenas transitados. Después de un cuarto de hora pedaleando, da la sensación de estar en cualquier lejano pueblo. No al lado del Teatro Campoamor o la Catedral.
Así que el Martes salí a rodar, y de paso controlar las zonas de castañedos para otro día recoger sus -para mi- exquisitos frutos. jeje.





